Creo que empecé demasiado pronto a reflexionar sobre la vida en vez de vivirla, y comencé demasiado tarde a tener plena conciencia de que la vida en sí misma es una acción, por lo tanto no había más que reflexionar…...

El año del conejo

22 de enero de 2010

ABRAZOTERAPIA



En estos últimos tiempos se está difundiendo ampliamente la “abrazoterapia”. Parece increíble todo lo que puede curar, compensar, mejorar y prevenir un simple y amoroso abrazo.
En algunas culturas está mal visto. No es muy cómodo para algunos demostrar sensibilidad. Pero está comprobado que el contacto físico, mucho más allá del contenido sexual, tiene poderes curativos y amplía nuestro bienestar emocional.
Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu solidario y alegre, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
También es una forma de expresar lo que sentimos más allá de las palabras. Es el idioma universal de los abrazos. No solo debemos utilizar el lenguaje también debemos utilizar la sabiduría intuitiva, sin palabras y escuchar con el corazón. Así percibiremos el significado más profundo del misterio al que llamamos amor.
Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado. Acrecienta la voluntad de vivir a los enfermos. Es de todos bien sabido que cuatro abrazos al día son necesarios para sobrevivir, ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.
Veamos algunas clases de abrazos y pregúntate ¿con qué frecuencia y qué tipo de abrazos utilizas tú para sorprender a los tuyos?

- Abrazo del oso: es el típico de padres e hijos, donde el más grande envuelve con su cuerpo al más pequeño.

- Abrazo y contacto de mejillas: Uno coloca los brazos sobre los hombros del otro, a la vez que le da un beso en cada mejilla. Implica consuelo, bondad, consideración.

- Abrazo oriental: Ambos entrelazan los brazos con el cuerpo del otro. Se busca el contacto espiritual con todo el cuerpo del otro. Se acompaña con una inspiración y es el más largo. Se ponen en contacto los espíritus de las personas a través del cuerpo físico.

- Abrazo de a tres: Para padres con hijos o varios amigos. Implica consuelo, felicidad. La persona abrazada se siente totalmente a salvo.

- Abrazo de costado: El brazo de uno se pasa por el hombro o la cintura del otro. Ideal para pasear acompañados, disfrutando del paisaje.

- Abrazo de corazón: Largo, intenso, cálido, brota directamente del corazón. Surge en cualquier momento para saludar, recordar fechas especiales, expresar alegría. Ofrece ternura y amor incondicional.

¿Qué nos aporta un abrazo?

SEGURIDAD: No importa cuál sea nuestra edad ni nuestra posición en la vida, todos necesitamos sentirnos seguros. Si no lo conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones interpersonales declinan.

PROTECCIÓN: El sentirnos protegidos es importante para todos, pero lo es más para los niños y los ancianos quienes dependen del amor de quienes los rodean.

CONFIANZA: La obtendremos de la sensación de seguridad y protección que recibimos. La confianza nos puede hacer avanzar cuando el miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en algún desafío de la vida.

FORTALEZA: Quizá pensamos que la fortaleza es una energía desarrollada gracias a la decisión de un individuo pero siempre podemos transmitir nuestra fuerza interior convirtiéndola en un don para el prójimo para confirmar y aumentar la energía ajena. Cuando transferimos nuestra energía con un abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.

SANACIÓN: Nuestra fortaleza se convierte en poderosa energía curativa cuando la transmitimos por medio del abrazo. El contacto físico y el abrazo imparten una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.

AUTOVALORACIÓN: El reconocimiento de que valemos es la base de toda satisfacción y todo éxito en nuestra vida. Mediante el abrazo podemos transmitir el mensaje de reconocimiento al valor y excelencia de cada individuo.



También es de actualidad la arbolterapia, que en Estados Unidos es más que una moda.
Los antepasados se abrazaban a los troncos de los árboles para transmitirles sus angustias y perocupaciones y recibir a cambio su fuerza. Entonces sentían que el árbol era mucho más que un ser inerte y que por su tronco fluía la savia que da energía a aquel que busca su consuelo. Los jóvenes enamorados buscaban el tilo para confiar sus intimidades amorosas porque representaba el vigor de Venus y escribian sus nombres en los troncos. Los hombres que iban a la guerra abrazaban al roble porque éste simbolizaba al dios Marte y las personas que no tenían confianza en sí mismas acudían al abedul, que estaba bajo la protección de Mercurio.

Abrazar un arbol nos pone en contacto con la madre naturaleza y sentimos formamos parte de ella.

Ejercicio ¿Tienes algún arbol cerca? Abrázalo y experimenta. Si puedes estar descalzo, con los pies en contacto con la hierba, mucho mejor, será más intenso. Permanece durante unos minutos abrazandolo, sin más, centrado solo en la acción de abrazarle.

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