Linus Pauling, quien fue 2 veces premio Nobel, (Química y Paz), acuñó el término "ortomolecular" en 1968 para esbozar una nueva visión médica que busca restituir la salud apoyando los recursos propios del organismo y la sabiduría implícita de los ecosistemas bioquímicos naturales. “Orto” significa recto, ordenado. En otras palabras, apoyar y facilitar la recuperación del orden molecular fundamental de los organismos, en lugar de intervenir con fármacos que artificiosamente modifican un determinado factor de la trama bioquímica ignorando todo orden o status interno.
Para la MO, el médico debe integrar el conocimiento operativo de la bioquímica y la nutrición con la realidad clínica del paciente.
Reivindicando la Nutrición Clínica
La MO da especial importancia a la nutrición y al uso de nutrientes no solo de forma preventiva, sino como medicamentos; porque considera muchas enfermedades como trastornos debidos a deficiencias nutricionales que la medicina oficial ignora[i].
Los investigadores de la MO, verificaron la validez de los requerimientos nutricionales diarios establecidos, (RDA), con pruebas terapéuticas controladas. Encontraron que la mayoría de estas cifras no soportaban la prueba del análisis y la observación cuidadosa. Los hechos mostraban que muchas enfermedades consideradas incurables respondían muy bien a megadosis de vitaminas.
El Redescubrimiento de las Vitaminas
Siempre se ha pensado que las vitaminas son solo catalizadores de reacciones que se necesitan en dosis muy bajas, debido a que se reciclan continuamente. Pero algunos indicios llevaron a realizar pruebas terapéuticas con dosis altas de vitaminas en varios trastornos cuando ciertas observaciones lo sugerían. Se reveló que muchos esquizofrénicos deteriorados mejoraron cuando se les suministró altas dosis de niacina[ii]. Esta misma sustancia mejoraba consistentemente los niveles sanguíneos de colesterol[iii]. La vitamina E dada durante suficiente tiempo, mostró una importante acción en la enfermedad coronaria[iv]. Los enfermos de cáncer mejoraban en gran medida sus condiciones[v] cuando recibieron vitamina C. Estos y otros hechos indicaban que las vitaminas han sido poco estudiadas, en contraposición a lo se piensa usualmente, y tiene muchas otras funciones que desconocíamos además de actuar como coenzimas. Su acción se definió prematuramente por una sola de sus funciones bioquímicas.
La Supuesta Toxicidad de las Megadosis
Como reacción al uso de las megadosis, algunos médicos difundieron ciertas ideas sobre intoxicaciones por vitaminas que nunca se han corroborado. Con excepción de la vitamina A y la piridoxina, que producen alteraciones temporales reversibles; la realidad de estas advertencias no se ha demostrado. Hasta ahora nadie ha publicado casos de cálculos renales o daño hepático por vitamina C. A pesar de esto, estas toxicidades continúan apareciendo en los libros y se incluyen en las presentaciones comerciales de las vitaminas.
La medicina oficial ignorando esta avalancha de informes considera que:
· Las vitaminas son sólo catalizadores y por lo tanto se necesitan en dosis muy pequeñas ya que pueden reciclarse casi indefinidamente
· Las vitaminas sólo se requieren para prevenir ciertas deficiencias. Por ejemplo, la tiamina previene el beri-beri, la niacina la pelagra, el ácido ascórbico el escorbuto.
Frente a esto la MO propone:
1. Las dosis de vitaminas se usan tanto para prevenir como para tratar, y pueden variar en un rango muy largo. Por ejemplo para prevenir la pelagra se necesitan 10 miligramos de niacina diariamente, pero para prevenir la recurrencia de los síntomas de pelagra crónica se requieren 1000 miligramos diariamente. No hay una dosis optima para toda la población. Depende de la edad, el sexo, la enfermedad, el grado de stress a que se someta el individuo etc. Deben determinarse los niveles para esquizofrénicos, pacientes artríticos, de lupus, de cáncer, etc[vi].
2. Las vitaminas tienen otras acciones que no están relacionadas con sus propiedades conocidas, porque hasta ahora, la comprensión que se tiene de ellas es incompleta.
Los Requerimientos Diarios. Un Salario Mínimo Nutricional
Una característica de la oficialidad médica es pensar que la ciencia esta suficientemente desarrollada y que ya se conoce todo lo que es relevante para sacar conclusiones. Hace 50 ya se pensaba así y basados en ese limitado conocimiento bioquímico se fijaron los RDA. Todo lo que en ese momento se sabía de la vitamina C era su acción para evitar el escorbuto. Se ignoraba su acción en la formación de colágeno, en la inmunidad, en la formación de prostaglandinas, no se sabía nada de radicales libres ni de antioxidantes, ni los cientos de funciones en el metabolismo de los carbohidratos, etc. Se estableció la dosis diaria de vitamina C en 60 mgs.
Por otra parte, se sabe que los animales producen 100 veces mayor cantidad de vitamina C al RDA establecido[vii]. Linus Pauling y Ewan Cameron estudiaron en seres humanos, el papel de las altas dosis[viii] de esta vitamina, similares a las encontradas en animales. Comprobaron de manera consistente la disminución de enfermedades degenerativas, infartos de corazón, cáncer, infecciones respiratorias, urinarias, retraso del envejecimiento, y otras importantes acciones[ix].
A pesar de todas estas pruebas, la medicina oficial ha insistido en mantener sus RDA, de esta manera la industria de alimentos y la farmacéutica incluyen unos niveles muy bajos de nutrientes en sus productos.
El Conocimiento Bioquímico de la Medicina Actual es un Modelo Incompleto en Formación
Cada vez es más evidente que el conocimiento bioquímico que fundamenta la aplicación de la farmacología oficial es un modelo incompleto en desarrollo, que tiene constante cambios por nuevas observaciones y que dista mucho de integrar y dar explicación de manera satisfactoria a muchos fenómenos de la clínica diaria. En consecuencia, la investigación ortomolecular, al igual que varias otras disciplinas médicas[x], considera que la realidad bioquímica de un organismo enfermo es demasiado compleja para que una intervención con fármacos pueda restituirle su orden básico. Los investigadores ortomoleculares piensan que sólo la sabiduría implícita en la fisiología de un organismo, puede cumplir con la tarea de recuperar su propio equilibrio, y que el médico debe actuar con más humildad, limitándose a apoyar esta actividad interna, proporcionándole un medio interno adecuado con una oferta real de los recursos y nutrientes necesarios para reconstituir el ecosistema metabólico y que se restablezca el orden desde adentro.
La intervención externa con fármacos, es incauta, e ignora la mayor parte de los factores bioquímicos implicados, por lo que no se produce un cambio real que se traduzca en la recuperación del enfermo crónico. Paradójicamente, la oficialidad parece actuar con el sentimiento de haber alcanzado el total esclarecimiento de la realidad metabólica.
La Hipertensión Ejemplifica la Visión Ortomolecular
El control de la hipertensión arterial es un buen ejemplo de la integridad de esta perspectiva.
Son muchos los agentes que tienen relación con el aumento de la presión arterial. Entre ellos están: el sodio, calcio, potasio, magnesio, adrenalina, noradrenalina, serotonina, dopamina, renina, angiotensina, taurina, coenzima Q10, arginina, oxido nítrico, cerca de 20 prostaglandinas, unos 6 esteroides suprarrenales, cientos de enzimas y seguramente muchas otras sustancias que hoy ignoramos. Estos elementos condicionan el calibre de los vasos sanguíneos, la respuesta nerviosa autónoma, el volumen de sangre dentro de los vasos y en el líquido extracelular, la concentración de minerales dentro y fuera de las células, los ajustes de las células renales para adaptarse a estas modificaciones, etc.
Aunque se han desarrollado sustancias que actúan en varios puntos de la compleja trama metabólica de la enfermedad hipertensiva, se limitan a ejercer una acción muy corta y superficial. Estos fármacos no se crearon con el propósito que el organismo “aprenda” de ellos a responder de otra manera, o se reequilibre normalizando la tensión arterial. Solo subsidian los síntomas durante 8 a 12 horas imponiendo su acción fisiológica sobre el individuo de forma temporal[xi], para bajar las cifras de presión.
Lo ideal sería usar estos fármacos en momentos de crisis para prevenir una complicación o superar un estado agudo. Pero fuera de estos trances, solo la reconstrucción de los ecosistemas moleculares desequilibrados puede operar un cambio que se traduzca en la recuperación del enfermo.
La enfermedad hipertensiva ha consumido la atención y el esfuerzo de cientos de investigadores. Se han gastado millones de dólares en recursos. Pero cuando se miran las estadísticas se aprecia que las muertes por consecuencias de la hipertensión siguen ocupando los primeros lugares en las listas.
Un Ejemplo de Recuperación Ortomolecular
Cuando se dividió la Unión Soviética en 1989, una parte de la población de la zona asiática que contaba con seguridad social estatal perdió este recurso. Se sabe que muchos pacientes hipertensos que enfrentaron este cambio, debieron abandonar la vida de la ciudad y regresar al campo a llevar la forma de vida de sus antepasados. En contra de lo esperado, estas personas se curaron de su hipertension, porque el cambio en su dieta y forma de vida tuvo un mayor impacto en su recuperación que el uso de fármacos anti-hipertensivos.
Los Recursos de la MO
En el trabajo de recuperación bioquímica la MO aplica los siguientes recursos:
* Vitaminas
* Minerales
* Aminoácidos
* Acidos grasos esenciales
* Enzimas
* Homeopatía
* Terapia de quelación
* Ejercicio
* Meditación
La Quelación y la Inmortalidad Celular
Alexis Carrel y otros investigadores posteriores, han mantenido vivos cultivos de células o tejidos por tiempo indefinido, sin que estos se debiliten o mueran. En algunos casos, estos organismos han mostrado ser virtualmente inmortales, en otros como las células germinales del erizo de mar, han permanecido vivos por períodos de tiempo mucho mayores que su ciclo de vida normal.
Para lograr que este resultado, los investigadores no usaron antibióticos ni medidas similares contra posibles gérmenes agresores, ni congelaron las células para detener su metabolismo. Conservaron totalmente limpio, y con la oferta suficiente de nutrientes, el medio extracelular que baña los organismos, con una renovación cuidadosa del líquido matriz y agregándole sustancias quelantes que lo mantuvieron limpio de minerales tóxicos. En otras palabras, aplicaron el criterio ortomolecular de Pauling.
Aunque el EDTA no es un nutriente ni una sustancia natural, esta terapia está dirigida a limpiar el medio interno de minerales tóxicos acumulados durante toda la vida, que fomentan la agresión oxidativa. Los recursos bioquímicos del organismo para efectuar esta labor, son casi nulos porque la toxicidad por metales pesados es un fenómeno totalmente nuevo en la evolución del hombre como especie. Nunca hasta ahora el ser humano ha experimentado este proceso de deterioro por tóxicos residuales.
Por otra parte, esta terapia, se apoya en la educación al paciente sobre el soporte nutricional y los suplementos de nutrientes para mantener los resultados de la acción del EDTA.
Los investigadores de la MO consideran que la quelación con EDTA se ajusta al espíritu de esta disciplina ya que produce un cambio en el medio interno del paciente lo suficientemente profundo para recuperar y conservar los ecosistemas bioquímicos del organismo. Estos logros han sido documentados en numerosos estudios sobre la agresión oxidativa y el daño celular ocasionado por metales pesados y ciertos minerales como el calcio, hierro y cobre libres.
La Nueva Metodología
Las Pruebas Terapéuticas
En casos en que la evidencia lo indique, la MO usa dosis de prueba de un determinado nutriente, para tratar un estado específico. Esta herramienta ha sido un recurso ampliamente usado, aunque se supone ajeno a la metodología oficial que se ajusta a protocolos de dosis fijas. Esta conducta marca una gran diferencia, porque exige al médico tener un conocimiento verdaderamente operativo[xii] de la nutrición y de la bioquímica para que pueda esclarecer la realidad clínica del paciente y sobre todo poder juzgar los hechos por sí mismo.
La Titulación de las Dosis Individuales
La individualidad bioquímica de los enfermos es un aspecto que ha salido a la luz a partir de este desarrollo. En contraposición a determinación homogénea de las dosis de fármacos en los protocolos, en miligramos por kilo, las pruebas terapéuticas de vitaminas y otros nutrientes han evidenciado una amplia variabilidad de respuestas en los pacientes.
Esta diversidad ha dado lugar a que algunos investigadores determinen las dosis según titulación en los pacientes. Uno de las titulaciones más conocidas es la de la vitamina C creada por el Dr. Robert Cathcart; basada en la tolerancia intestinal a dosis crecientes de vitamina C. Los pacientes que toleran solo 4 a 15 gramos diarios de vitamina C cuando están bien; cuando están enfermos o sometidos a stress[xiii] toleran mucho mas, a veces hasta 200 gramos.
Esperanzas Reales para los Enfermos Crónicos
Con el cambio metodológico que incluye las pruebas terapéuticas se pone en evidencia un panorama mucho más alentador para el enfermo crónico, aún para los casos considerados incurables.
Incluso algunas enfermedades genéticas han sido mejoradas con megadosis de nutrientes[xiv].
Cuadro de texto: Es común encontrar estudios que destacan el valor de algunos nutrientes en trastornos degenerativos del sistema nervioso, alergias crónicas, enfermedades articulares tórpidas y varios otros problemas de difícil manejo. Esta información puede revisarse libremente en los portales de medicina ortomolecular, la recopilación de los trabajos de Pauling y Hoffer, la fundación Vitamina C, la página del doctor R. Cathcart,IX etc.
Superando el Autismo Médico
Además de ignorar la avalancha de estudios que continuamente ratifican la realidad de la visión ortomolecular, la oficialidad médica desconoce los relatos del paciente para sostenerse en su versión de los hechos. Algunos enfermos de forma inocente con sus relatos a menudo desconciertan y contradicen las opiniones del médico apegado a la oficialidad. Es sabido como muchos pacientes evitan contar ciertos hechos por temor al rechazo y la critica. Además, en las historias clínicas solo se consignan los hechos que se ajustan a la forma de pensar establecida.
15 principios que Identifican el Espíritu Ortomolecular[xv]
1. Las ortomoléculas son la base del diagnóstico y tratamiento médicos. El conocimiento del uso seguro y efectivo de los nutrientes, enzimas, hormonas, antígenos, anticuerpos y otras moléculas presentes en la naturaleza son esenciales para asegurar un standard razonable de eficacia en la practica médica.
2. Las ortomoléculas tienen un riesgo bajo de toxicidad. Los fármacos tienen un mayor riesgo y son por lo tanto la segunda escogencia si hay un tratamiento ortomolecular alternativo.
3. Los exámenes de laboratorio no son siempre precisos y las pruebas en sangre no reflejan necesariamente los niveles de nutrientes dentro de los órganos y tejidos; especialmente en el sistema nervioso. La prueba terapéutica y la titulación de dosis a menudo son más prácticos.
4. La individualidad bioquímica es un precepto central en medicina ortomolecular. Por lo tanto, encontrar la dosis óptima de nutrientes es un asunto práctico. Las megadosis, o dosis mayores de lo normal, son a menudo efectivas pero solo pueden determinarse por pruebas terapéuticas. La titulación de dosis es necesaria en casos que no respondan.
5. Los Requerimientos diarios mínimos (RDA) del Consejo de Alimentos y Nutrición de los Estados Unidos son aplicables a sujetos sanos normales. Por definición, los pacientes enfermos no son sanos o normales y no se adecuan a estos requerimientos.
6. La contaminación ambiental del aire, agua y alimentos es común. La búsqueda de contaminantes tóxicos está justificada y es necesario un alto índice de suspicacia en todos los casos.
7. La salud óptima es un reto de toda la vida. Las necesidades bioquímicas cambian y nuestras prescripciones ortomoleculares deben cambiar basadas en seguimientos, exámenes repetidos y pruebas terapéuticas para permitir un ajuste fino de cada prescripción y proveer un grado de salud que antes no era posible.
8. Los trastornos relacionados con nutrientes son siempre tratables y las deficiencias son siempre curables. Ignorar su existencia es equivalente una mala práctica.
9. No permita que el derrotismo médico impida una prueba terapéutica; las enfermedades hereditarias a menudo responden al tratamiento ortomolecular.
10. Cuando se sabe que un tratamiento es seguro y posiblemente efectivo, como en casos de terapia ortomolecular; es mandatoria una prueba terapéutica.
11. Los pacientes son usualmente confiables. El paciente debe escuchar su cuerpo. El médico debe escuchar a su paciente.
12. Negar al paciente información y acceso al tratamiento ortomolecular es negarle la posibilidad de escoger otros tratamientos.
13. Entere al paciente de su estado. Muéstrele información y estudios. Respétele su derecho de libertad de escogencia en medicina.
14. Lleve al paciente a darse cuenta que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad sino el logro positivo de la optimización de sus funciones y su bienestar.
15. La esperanza es terapéutica y las terapias ortomoleculares son una valiosa fuente de esperanza. Esto es ético en tanto no haya falsedad o deformación de los hechos.
1 comentarios:
La teoria es demasiado bonita, pero al final te quedas en el aire, nada te dice, de como aplicar la famosa terapia. Por lo menos yo enconctré un comentario: El médico dijo, que la terapia de vitamina C, ir empezando y subir la dosis, y en caso de diarrea bajar a la dosis anterior. Si es tan buena MO, porque no brindar un protocolo a seguir, o abrir una página web, pagando su propia consulta, no queremos nada regalado, pero tampoco debo ir a Europa, para hacerme una terapia, en tiempos como los que vivimos, donde todo es posible aún en la ditancia.
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