La evasión espiritual es el uso de creencias espirituales para evitar tener que tratar con sentimientos dolorosos, heridas no resueltas y necesidades de desarrollo. Se halla tan generalizada que pasa muy desapercibida.
La evasión espiritual es más común de lo que podamos pensar; de hecho, es muy probable que casi todos los que hemos estado envueltos en disciplinas espirituales hayamos pasado algún tiempo en sus dominios, sobre todo cuando estábamos implorando un poco de distancia respecto a nuestras diicultades psicoemocionales cotidianas.
El Dr. Robert Masters ofrece un trabajo integral e intuitivo, mezclando de forma dinámica lo psicológico y lo físico con lo espiritual. Su experiencia personal y profesional le ha llevado a identiicar y afrontar las luces engañosas de la evasión espiritual. Este libro es una detallada presentación de este trabajo y resultará sumamente útil tanto para los que realizan habitualmente una práctica espiritual como para los que quieren empezar una. Es también una valiosísima herramienta para terapeutas y profesionales del desarrollo personal.
« Tenemos tanta prisa por conseguirlo... lo que sea. Codiciamos la rapidez:
comida rápida, dinero rápido, relaciones rápidas, espiritualidad rápida.
...¿Quién quiere pasarse años realizando prácticas espirituales cuando
aparentemente pueden obtenerse los mismos resultados —con una mente y una
cartera lo suicientemente abiertas— en sólo un fin de semana?»
El libro presenta las trampas más frecuentes en las que caemos cuando usamos la práctica espiritual para no lidiar con los aspectos esenciales de nuestra vida. Nos ofrece una visión en profundidad de las cuestiones psicológicas no resueltas o ignoradas que a menudo se presentan disfrazadas de espiritualidad, como la autocrítica, la excesiva bondad o la disociaciónemocional.
Esta obra tendrá un atractivo especial para quienes crecieron con la espiritualidad deses
tructurada de la nueva era y ahora buscan una práctica espiritual más madura, así como para
todos aquellos que tienen el propósito de aumentar la propia conciencia y lograr una relación
más sólida consigo mismos y con los demás.
El autor
Robert Augustus Masters ejerce desde hace 30 años como terapeuta en
Canadá (Colombia Británica). Describe así su trabajo: «Mi pasión es
fomentar, arrojar luz y apoyar una forma más profunda de vivir la vida,
una vida de amor, integridad y de un despertar totalmente vivo.
Proporcionar entornos (tanto interiores como exteriores) en los que puedan
tener lugar una sanacióny transformación profundas es para mí una vocación
y un privilegio.Cuando acabo de cumplir 63 años, me doy cuenta de que estoy
encontrando más libertad a través de la intimidad —y no me reiero solo a la
intimidad con mi querida Diane, sino también con todo lo que existe—
que a través de la trascendencia. Me produce un gozo profundamente
satisfactorio transmitir lo que he aprendido.»
Extractos
«Entre los distintos aspectos de la evasión espiritual encontramos un desapego exagerado,
entumecimiento y represión emocionales, un excesivo énfasis en lo positivo, fobia a la rabia,
compasión ciega o demasiado tolerante, límites débiles o demasiado porosos, un desarrollo
«cojo» —con una inteligencia cognitiva a menudo muy por delante de la inteligencia emo-
cional y moral—, un juicio debilitante sobre la propia negatividad o «lado oscuro», una infra-
valoración de lo personal en relación con lo espiritual y falsas ilusiones de haber llegado a un
nivel superior de ser. »
«La explosión del interés por la espiritualidad que se produjo a partir de mediados de la
década de 1960-1970, en especial por la espiritualidad oriental, ha ido acompañada del
correspondiente interés e inmersión en la evasión espiritual, que, sin embargo, no se ha calificado
muy a menudo, y mucho menos reconocido como tal. Ha sido más fácil presentar la evasión
espiritual como una práctica o perspectiva espiritualmente avanzada (…) sobre todo en
la espiritualidad de consumo rápido cuyo paradigma son los fenómenos pasajeros como El
Secreto.
Algunas de sus características más escandalosamente vulgares, esas raciones de sabiduría
recalentada tipo «No te lo tomes como algo personal», o «Lo que te molesta de alguien, en
realidad, sólo es algo que te molesta de ti», o «Todo es una simple ilusión», se ponen a dispo
sición de casi cualquiera para su consumo y cantinela repetitiva.
Afortunadamente, esa luna de miel con nociones de espiritualidad falsas o supericiales está
empezando a menguar. »
«La verdadera espiritualidad no es un Nirvana, un ”subidón”,
ni un estado alterado. Ha estado bien soñar durante un tiempo,
pero nuestra época está pidiendo a gritos algo muchísimo más
real, responsable y de pies en el suelo; algo radicalmente vivo e
íntegro por naturaleza; algo que nos sacuda hasta las entrañas.
La auténtica espiritualidad no es algún pequeño atisbo o chispazo de saber, ni algo psicodélico para experimentar a toda velocidad, ni un quedarse dulcemente colgado en algún plano exaltado de la conciencia, ni una burbuja de inmunidad, sino un inmenso fuego de liberación, un crisol y santuario exquisitamente dignos y apropiados, que nos proporcionan tanto luz como calor para la sanación y el despertar que necesitamos.
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