El desapego se logra aprendiendo a confiar en la incertidumbre, y aceptar a la sabiduría que te permite liberarte de tu deseo de ir en una determinada dirección, anulando así las posibilidades infinitas de la potencialidad pura.
Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debes aprender a renunciar a tu apego a ella. Se que esto parece algo muy difícil de realizar y que en este momento seguramente estarás pensando, ¿Como es posible que logre algo si renuncio a la intención de cumplir mi deseo?
Pero no se trata de que renuncies a la intención de cumplir tu deseo, en realidad no debes renunciar ni a la intención ni al deseo, sino que debes aprender a renunciar a tu interés por el resultado.
Si te fijas en las cosas materiales que la gente persigue: autos, casas, ropa, alhajas, barcos, etc. en realidad todas esas cosas son solo los símbolos de la riqueza y no la riqueza en sí. Los símbolos vienen y se van mientras que la riqueza puede perdurar toda tu vida. Perseguir a los símbolos es como concentrar nuestra atención en los árboles y perdernos de ver el bosque.
El perseguir símbolos es algo que además nos hace sentir vació y huecos, es algo que nunca puede darnos satisfacción plena, por eso cuando conseguimos uno enseguida vamos en pos de ostro, pues estamos intentando cambiar el yo por los símbolos del yo.
La gente se apega al mundo material cuando se siente pobre. Ese es el momento en el cual comienza a interesarse por los símbolos. Mientras que el desapego surge de la consciencia de nuestra riqueza, ya que la riqueza interior es la que nos permite tener libertad para crear y tener todos los símbolos que la representen. Y solo a partir de un compromiso desapegado puedes alcanzar la abundancia acompañada de la alegría y la felicidad.
La verdadera consciencia de la riqueza es aquella que nos permite obtener todo lo que deseamos y cada vez que lo deseamos, y encimo obtenerlo con un mínimo esfuerzo.
Para poder afianzarte en esta experiencia de una riqueza interior que te permita el desapego, tienes que aprender a confiar en la incertidumbre, y allí, desde la incertidumbre podrás crear cualquier cosa que desees.
El apego a las cosa materiales siempre te generará insatisfacción e inseguridad. No importa cuanto dinero tengas guardado en el banco, eso nunca podrá darte seguridad. Fíjate sino cuan inseguras se sienten las personas adineradas, que sienten que tienen que vivir rodeados de alarmas y custodios.
La búsqueda de la seguridad es solo una ilusión que proviene del mundo material, cuando en realidad tu esencia es espiritual mientras que el mundo material es solo el reflejo de lo que contienes dentro de tu mente.
La búsqueda de la seguridad es en realidad un apego a las cosa materiales que conoces, pero ¿Qué es lo que conoces? Es solo el efecto de lo que has tenido en tu mente en el pasado, y por lo tanto allí no has de encontrar ninguna posibilidad de crecimiento, sino más bien de estancamiento.
La incertidumbre en cambio es el suelo fértil para la creatividad pura, es la puerta abierta hacia la sorpresa y lo desconocido, y en lo desconocido es donde se encuentran todas las posibilidades, muchas más que las que tú nunca podrás imaginar.
El futuro se puede volver entonces en una aventura emocionante en la cual puedes estar abierto a lo que pueda suceder, sabiendo que está atraído por la sabiduría de tu ser interior. Tú no necesitas tener una idea exacta de lo que sucederá mañana o la semana próxima, y si intentas hacerte una idea clara y te aferras a ello, solo conseguirás disminuir tus posibilidades de creación de una mejor realidad.
El respetar la ley del desapego no significa dejar de tener metas, al contrario siempre debe existir la intención de avanzar en una determinada dirección, pero se deben dejar abiertas las infinitas posibilidades que te pueden llevar desde donde te encuentras ahora a donde deseas llegar, estando siempre abierto a modificar la dirección cuando te cruzas con algún impredecible mejor que lo que habías anticipado.
Si permaneces confiado en la incertidumbre, podrás ver como desde la confusión surgirán cosas buenas y emocionantes.
Cada problema que se presenta en tu vida, puede ser la semilla de una para algún gran beneficio. Si tú puedes aceptar esta idea, entonces te abrirás a una inmensa gama de nuevas oportunidades, y cuando tu estado de preparación se encuentre con la oportunidad adecuada, la solución aparecerá espontáneamente.
Dr. Roberto A. Bonomi
Vive la Ley del Desapego
La Ley del Desapego, dice sencillamente que una vez sabiéndote conocedor de tus metas, debes esperar a que fluya a tí. Para hondonar más en el asunto diría, que “La Ley del Desapego” está presente cuando vivimos sin la frustración, y sin los pensamientos negativos que nos alejan de los resultados. Estamos abiertos al resultado.
La Ley del desapego, funciona cuando dejamos espacio al universo ( o a Dios) para que nos ayude a lograr los resultados. Si vivimos demasiado apegados a un sueño, o a un deseo sin dejar espacio para ver las posibilidades existentes, seguramente ahogaremos nuestros deseos, y pasaran a ser sueños rotos. Conozco un caso de una persona que durante 15 años de su vida o más, deseó un puesto de trabajo determinado. Durante muchos años v vio con rencor a la persona que supuestamente le debía ayudar a obtener ese puesto de trabajo, y esta persona, nunca exploró otras posibilidades. Su único objetivo era ese, trabajar en esa empresa; se cobraba bien, era estable. Un sueño para él. Un día comenzó a tener rencor contra su hermano pequeño, pues a él le estaban dando el puesto de trabajo que él deseaba. Esta persona fue realmente malo, albergó mucho rencor y odio hacía su hermano. Hizo cosas de las que luego se arrepintió. Y sus sueños estaban cada vez más lejos, y más lejos…
Una mañana en la empresa de seguridad que trabajaba, le regalaron una cinta de pensamiento positivo que decía “Todo depende de tu aptitud mental”. Esa frase le entró en el alma. Mientras estaba de servicio, la escuchaba una y otra vez, hasta la saciedad… Hoy en día aún las escucha. Esa idea de que todo dependía de su aptitud mental fue la frase decisiva, le hizo ver el mundo de otra forma. Comenzó a pensar en todo aquello que su corazón deseaba, y como si fuera cosa de magia sus deseos se hacían realidad. Consiguió una casa, un empleo medio estable, incluso un hijo, lo que anhelaba en su corazón. Uno tras otro, sucesivamente todos sus anhelos se convertían en realidad. Pero su deseo de trabajar en esa empresa no salía adelante. Parecía que alguien le hubiera puesto una pierna encima para que no se pudiera levantar. Esta situación a su vez le generaba, más y más negatividad, y obsesión, lo que no tiene que decir que lo alejaba de su objetivo, parecía hacer magia para lo demás. Ni siquiera era consciente del poder tan inmenso que poseía. Continuaba obsesionado con ese puesto de trabajo. Y parecía que nunca iba a ser suyo.
Una noche cuando se había acostado su mujer le comentó “hijo parece que quieres más ese puesto que a mi” A lo que él contestó lleno de rabia “¡Si! ¡¿Qué pasa?! En ese preciso momento este hombre entendió que estaba demasiado obsesionado por un puesto de trabajo, y asumió que el futuro podría ser de otra forma. Al día siguiente confirmo a su madre que iba a ir a la cena familiar, a la cual no iba porque iban sus hermanos. Cambió su aptitud para con sus hermanos, lo que le abrió la puerta a entrar en esa empresa, y a los tres días lo llamaron para informarle que iba a entrar en la empresa, que preparara su currículo. Él pensaba que era un sueño, Ahora todo se había desbloqueado. Un mes más tarde entró a trabajar en esa empresa, y las cosas siguieron fluyendo como un sueño mágico.
Por ese lado logró sus sueños, pero como se había portado tan mal con su hermano. la ley del karma se cumplió. Y lo acosaron en su trabajo, y lo jubilaron para su empleo soñado, Y en la actualidad habiendo aprendido la lección se recicló en coach para ayudar a los demás.
Vicente Cuenca
Life Coach
0 comentarios:
Publicar un comentario