¿Una combinación y dosis exacta de hormonas que permita que una pareja logre sobrellevar problemas y se mantenga unida? |
Son varias las hormonas las que se liberan cuando uno siente agrado o gusto por estar con otra persona.
El amor de pareja siempre es una temática compleja, incluso los especialistas aseguran que son muy pocas las personas las que pueden generar un lazo sano con otra persona, sin dependencias y sin egoísmo.
Es por esto, que un investigador llamado Larry Young ha decidido concentrar sus energías para ver la posibilidad de que la ciencia nos pueda ayudar a alivianar el camino.
Como bien se sabe hasta ahora, el amor, científicamente hablando, es un sentimiento que tiene una base química, es decir, son varias las hormonas las que se liberan cuando uno siente agrado o gusto por estar con otra persona.
Esto fue lo que motivó a Young a pensar en la posibilidad de crear una pastilla que pueda contener los componentes de la química del amor para poder así, evitar que una pareja se separe.
Puede que los biólogos puedan reducir dentro de poco algunos estados mentales asociados con el amor a una cadena de aspectos bioquímicos.
Incluso el investigador ha logrado demostrar el experimento con ratas, animales que fueron elegidos no al azar, ya que se ha comprobado que estos crean relaciones de pareja de por vida y hasta comparten las labores de la crianza.
Es por esto que su estudio demostró que una dosis adecuada y rápida de hormonas puede efectivamente alterar las relaciones.
Es una reacción química. Al menos sabemos, con respecto a las ratas de campo, que si coges a una hembra y la pones junto a un macho inyectándole oxitocina en el cerebro, se vinculará pronto a ese macho.
Es más, Young en la revista Nature aseguró que una inyección nasal de oxitocina aumenta no sólo la confianza, sino que incluso a ser más empático con los demas.
Es a raíz de todos estos estudios, que el investigador ha concluido que un futuro será posible ayudar a las parejas mediante una combinación de medicamentos con algunas hormonas.
Cualquier mamífero, cuando la madre tiene crías, está atado a esas crías y haría lo que fuera para protegerlas. Esa es una vieja reacción química ubicua que estimula los vínculos.
"De cualquier manera, los avances recientes en biología sobre vínculos de pareja dicen que no pasará mucho tiempo antes de que alguna persona poco escrupulosa meta una poción farmacéutica del amor en nuestra bebida. Y si eso pasara, ¿nos importaría? Después de todo, el amor es locura", concluyó.
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