Creo que empecé demasiado pronto a reflexionar sobre la vida en vez de vivirla, y comencé demasiado tarde a tener plena conciencia de que la vida en sí misma es una acción, por lo tanto no había más que reflexionar…...

El año del conejo

17 de enero de 2012

10 cosas que no hay que hacer en tiempos de crisis





1. Amargarse la vida
Debe tener conciencia de la crisis, pero en absoluto dejarse llevar por el miedo. Deberá priorizar la cautela, pero evitando reaccionar por encima de lo debido. Gastar menos no tiene porque significar vivir peor, es más, la crisis puede ser una buena ocasión para reconducir nuestro estilo de vida.

2. Descuidar el trabajo
Tanto si usted es un empleado por cuenta ajena como si trabaja por cuenta propia, ha de esmerarse en el trabajo que le ocupa. Hágase más presente que nunca tomando iniciativas, mejorando su formación, y participando al máximo. Implíquese en los posibles nuevos proyectos.

3. Utilizar Internet sólo para mirar el correo
Hoy por hoy casi todo está en Internet. Todo un abanico de posibilidades a coste muy bajo. Conectados a la red podremos informarnos sobre la situación del banco o caja donde guardamos el dinero, leer el periódico gratuitamente, ver programas de TV y videos, oír música, contactar con quien quiera, colaborar en proyectos, desarrollar ideas, buscar trabajo, ofertas, inversiones. Pero Internet va más allá, ofrece algo inestimable para el consumidor: transparencia de mercado y posible eliminación de intermediarios. Así, para infinidad de gestiones, como comprar un billete de avión o realizar una reserva hotelera, podremos comparar precios y comprar la oferta más competitiva.


4. Comprar por impulso
Haga sus compras de acuerdo a una previa lista escrita. Y no se salga de ella. Son muchos los estudios que revelan que realizar la compra sin saber exactamente qué precisa puede acarrearle alrededor de un 30% más de gasto. En su lista de prioridad a los productos de temporada y a las marcas blancas.


5. Comprar en el primer sitio que encontremos
Es recomendable comparar precios y buscar el establecimiento más competitivo del barrio. Según estudios de la OCU hay notables diferencias de precios entre establecimientos, hasta el punto de que la diferencia puede llegar a 2.296 euros al año en una cesta de la compra media.

6. Tirar a la papelera los extractos bancarios sin leerlos
Todos esos extractos le proporcionan una información valiosísima: sus gastos en el periodo. Ya no se trata sólo de reducir gastos sino de optimizarlos. Cosas tan sencillas como utilizar la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén a plena carga, instalar un termostato en casa, revisar nuestras suscripciones o cuotas a ese gimnasio que nunca visitamos, utilizar el transporte público o cenar en casa con los amigos suponen un enorme ahorro con escaso impacto en nuestro estilo de vida.

7. Hablar con nuestro banco de año en año
Mantenga la vigilancia sobre las comisiones que le cobra el banco por sus cuentas y tarjetas. Con toda seguridad, en la situación que se avecina, las entidades de crédito tratarán de incrementar sus cobros por esta vía. La realidad es que los bancos no aplican el mismo criterio a todos sus clientes. Revise también lo que está pagando por seguros de hogar, coche, vida. Deberá estar atento a los plazos de vencimiento y buscar los mejores precios.

8. “Pasar” del ahorro
Si tiene alguna cantidad ahorrada, no la ponga a plazos muy largos, mejor tenerla en aquellos productos en los que le sea posible retirar su dinero de forma inmediata sin coste, aunque obtenga de ellos una menor rentabilidad. Si puede, mantenga un nivel de ahorro que le permita hacer frente a sus gastos fijos durante al menos 6 meses. Si aún le sobra algo de dinero ahorrado, procure amortizar las posibles deudas que pueda tener. No contraiga créditos nuevos, salvo extrema necesidad, y menos, créditos al consumo, o de dinero rápido.

9. Dejarse guiar por la “rumorología” o por “lo que hace la gente”
En tiempos de crisis, el rumor no es la antesala de la noticia, por el contrario, puede ser la antesala de una decisión equivocada. No olvide que la economía es “un juego de suma cero”: lo que para unos puede ser conveniente no tiene por qué serlo para usted.


10. Realizar y contraer préstamos arriesgados
Invierta en productos de rentabilidad fija como bonos, letras, etc. La Bolsa, en estos momentos, es una peligrosa “montaña rusa”. De forma que, incluso los expertos no conocen cuál va ser, a corto y medio plazo, la tendencia futura del valor de las acciones. Tenga especial atención a los préstamos en otras monedas distintas al euro. Sentirse atraído por la oferta de intereses mucho más bajos a los que tenemos en la eurozona, implica un gran riesgo a medio y largo plazo.

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