Creo que empecé demasiado pronto a reflexionar sobre la vida en vez de vivirla, y comencé demasiado tarde a tener plena conciencia de que la vida en sí misma es una acción, por lo tanto no había más que reflexionar…...

El año del conejo

4 de diciembre de 2011

MOVIMIENTO SLOW



FILOSOFIA
Hoy más que nunca, el individuo moderno vive sumido en una particular carrera de obstáculos en la que controlar el cronómetro hasta la milésima determina nuestra existencia. La desconexión del medio natural y su tempo, ligado a las estaciones y demás factores que escapan a nuestro control, parece un espejismo en las sociedades occidentales de hoy en día. Las ciudades se vuelven anónimas y levitamos, sumidos en nuestro peculiar universo de intereses. La prisa es el motor de todas nuestras acciones y la cinética de grand prix envuelve nuestra vida acelerándola, economizando cada segundo, rindiendo culto a una velocidad que no nos hace ser mejores.

El movimiento Slow no pretende abatir los cimientos de lo construido hasta la fecha. Su intención es iluminar la posibilidad de llevar una vida más plena y desacelerada, haciendo que cada individuo pueda controlar y adueñarse de su propio periplo vital. La clave reside en un juicio acertado de la marcha adecuada para cada momento de la carrera diaria. Se debe poder correr cuando las circunstancias apremian y soportar el temido estrés que en demasiadas ocasiones nos embarga; pero a la vez saber detenerse y disfrutar de un presente prolongado que en demasiados casos queda sepultado por las obligaciones del futuro más inmediato.
Demasiadas veces la lentitud viene asociada con valores negativos. Torpeza, desinterés, tedio son dimensiones que no recogen los efectos beneficiosos de una actitud pausada, bien razonada y segura.
Las decisiones importantes no siempre deben tomarse al azar, impulsivamente, eso lo sabemos todos. Resulta difícil creer que llevar a cabo más de una actividad a la vez pueda deparar resultados positivos; más bien mediocridad en los distintos escenarios. Asimismo, no siempre la inactividad es sinónimo de vacío. La actitud contemplativa nos integra en el medio y puede ser el refugio de ideas brillantes que nos ayuden positivamente en nuestro proceder.
El movimiento Slow quiere dar herramientas a los individuos para que sus existencias no sean una mera sucesión de escenarios encadenados, desprovistos de emociones.
En definitiva, el movimiento Slow es una fuente de placer, útil para alejarse de una vida estandarizada regida por el minutero de nuestro reloj de pulsera, sometida por una velocidad que erradica nuestra capacidad para disfrutar del momento esperado cuando este por fin asoma.
HISTORIA
El movimiento Slow tiene su génesis en la Plaza de España romana, en el año 1986. Su nacimiento es indisociable de cierta actitud contestataria en clara oposición a la americanización de Europa. Cuando el periodista Carlo Petrini se topó con la apertura de un conocido establecimiento de comida rápida en este enclave histórico de la capital italiana, algo se removió en su interior. Definitivamente, se habían traspasado los límites de lo aceptable y entendió, de forma casi visionaria, los peligros que se cernían sobre los hábitos alimentarios de la población del
viejo continente, ofuscado en imitar el tempo vital marcado al otro lado del Atlántico. La respuesta no se hizo esperar, fundándose la semilla del movimiento; Slow Food.
La idea era simple; proteger los productos estacionales, frescos y autóctonos del acoso de la comida rápida y defender los intereses de los productos locales, siempre en un régimen sostenible, a través del culto a la diversidad, alertando de los peligros evidentes de la explotación intensiva de la tierra con fines comerciales.
Tras Slow Food, aparecerían nuevas aplicaciones a otros ámbitos esenciales de nuestras existencias como el sexo, la salud, el trabajo, la educación o el ocio que acabarían por conformar las áreas de influencia del movimiento Slow.
MOVIMIENTO INTERANCIONAL
Han hecho falta veinte años para que la comunidad slow empiece a ganar peso específico alrededor del mundo. Fiel a su bandera, la propagación ha sido sin prisa, pero sin pausa. Su influencia se ha hecho más notable en Europa que en ningún otro lado, aunque miles de personas viven bajo el manto del dinamismo slow por todo el planeta.

La expresión álgida que constata la buena salud del movimiento la ejemplifican las denominadas Slow Cities; con su lucha contra la homogeneización y apostando fuerte por los beneficios de la diversidad, algunos alcaldes de diferentes regiones abanderaron los postulados de Petrini, creando espacios proclives a un desarrollo desacelerado.
Las Slow Cities, son lugares en los que ningún detalle queda al azar. Se concentra la actividad humana entorno a plazas, promoviendo la sociabilidad del ágora. Como no, se fomenta la producción de alimentos autóctonos, siendo incluso endémicos en algunos casos y los pequeños negocios artesanales brotan entre las callejas de los centros históricos.
Lejos de oponerse a la lógica capitalista, las Slow Cities se nutren de un turismo selecto que acude impulsado por los efectos positivos que absorbe a nivel sensorial.
La intención es clara; poner en contacto a todo un network de personas de procedencias dispares que comulgue con estos espacios en los que la buena mesa conecta directamente con la abierta idiosincrasia local, una cuidada hospitalidad y el respeto absoluto por el entorno natural. De esta forma, como el propio Petrini señala, acontece una globalización virtuosa en la que todos los agentes que conectan obtienen un feed back muy positivo de la experiencia, dando a conocer los albaricoques del Vesubio o permitiendo el descubrimiento del guisante del Maresme a interesados de la otra punta del planeta.

7 consejos que ayudan a calmar el ajetreo cotidiano.

Tómate una infusión con los pies apoyados fuera de la ventana. No hacerlo mientras conduces.
Invierte calidad de tiempo en la bañera, y si es acompañado mejor.
Escribe estas palabras en un sitio visible: Hacer varias tareas a la vez es no hacer ninguna bien
No te veas forzado a responder con rapidez, tómate tu tiempo.
No lleves el reloj encima, no te preocupes que sabrás la hora.
Bosteza a menudo. Bostezar es bueno para la salud
Escucha una pieza de música de Mozart en su tempo original.

UN DIA SLOW
Al levantarte dedícate un tiempo a desayunar tranquilo y visionar el día que tienes por delante.
Practica un hobbie sosegado.. Pescar, pintar, plantar; pero trata de hacer una sola cosa a la vez.
Come despacio. Disfruta de la soledad o de una conversación si estas con más gente.
Haz una siesta y tómate una hora extra en la cama, te lo mereces.
Escribe cualquier cosa. Sumérgete en el día que has tenido
Sal de casa y practica el noble arte del dolce fare niente. Lee un periódico, observa las fachadas..
Cena un menú con alto contenido en frutas y verduras.
Lée un libro en la cama, abandónate a tus pensamientos y fluye.







Propagación Slow

La filosofía del movimiento Slow ha ido adquiriendo cierta dinámica con el tiempo, hecho que le ha permitido introducirse en diferentes terrenos, mostrando una versatilidad profunda, permitiendo distintas aplicaciones destinadas a contrarrestar la celeridad característica de nuestros días.

Slow Food

Como hemos comprobado el eje vertebrador del movimiento Slow nace en el terreno alimenticio, en clara oposición a la proliferación de la cultura del fast food exportada por los Estados Unidos. No debemos olvidar que somos lo que comemos y aunque en esencia seamos básicamente hierba, pues o bien nos alimentamos de vegetales, cereales y legumbres o bien de animales que se alimentan de éstos mismos elementos, la gastronomía juega un papel capital en el movimiento Slow.
Para el Slow Food, la comida dejan de ser un mero trámite calórico-vitamínico para convertirse en un auténtico viaje de los sentidos en los que el tiempo se diluye en una copa de buen vino, compañía ideal para una sucesión de platos con marcada denominación de origen. El paladar hace de vehículo perfecto para impulsar la interacción y hasta la espera entre plato y plato, se endulza con la incertidumbre de lo que vendrá después.

 

slow es posibleSlow Cities






Slow Sex

Slow Sex

Como muestran encuestas anuales, la calidad del sexo en el mundo occidentalizado ha descendido, consecuencia directa de las largas jornadas laborales y del estrés acumulado.
Una vez más, la sombra de la celeridad invade un terreno tan crucial como las relaciones íntimas. Desde las posiciones deSlow Sex, hacer el amor pausadamente resulta una experiencia muy profunda, aparte de placentera. La clave resulta una vez más la desaceleración del acto amoroso. La seducción es un arte que cobra sentido con una apropiada gestión del tiempo y con dosis de juego e incertidumbre.

Asimismo, resulta muy apropiado crear un escenario que propicie el acto, bien sea con unas velas aromáticas, un hilo musical atmosférico y unos largos preliminares a base de masajes y caricias.

Slow Work

Los esfuerzos del Slow Work centran su atención en ralentizar la jornada laboral con el fin de mejorar la productividad de los trabajadores –aunque parezca paradójico- además de procurar cierto tiempo libre que pueda aprovecharse en beneficio propio.
No debemos olvidar que la sobrecarga de trabajo en el mundo occidental es la causa de algunos de los trastornos más preocupantes de la actualidad.

Algunas empresas punteras, conscientes de la situación actual del mercado laboral, han optado por modificar sus normas y hacer de la empresa un espacio flexible en el que los trabajadores gestionen el tiempo a su gusto, obtengan generosas vacaciones o incluso puedan gozar de un espacio con música en vivo, gimnasio o guardería para sus pequeños.
El Slow Work se alinea con la idea que una mayor inversión de tiempo no garantiza una mayor productividad; sinó todo lo contrario.

Slow Schooling

Más que nunca, los niños viven presionados por la necesidad de convertirse en adultos antes de hora. En muchas ocasiones son los padres los que atiborran a sus hijos de actividades al margen del colegio para que se vayan adaptando al ritmo frenético de nuestra sociedad desde temprana edad. En otras, es la propia televisión o Internet los agentes que juegan este rol que invita a la precocidad de los más pequeños.

Slow Cities
En las Slow Cities impera el equilibrio entre modernidad y tradición. Su gran aportación se concentra en una cincuentena de promesas destinadas a facilitar y armonizar el día a día en su seno.
De esta forma, los centros históricos son espacios peatonales en los que el tráfico y el ruido asociado desaparecen, fomentando el paseo tranquilo. Las grandes superficies son rechazadas en favor de los pequeños comerciantes de la localidad, favoreciendo los productos autóctonos.
Las casas se elevan al unísono, manteniendo la misma línea en las fachadas, altura y tejados. Los restaurantes elaboran recetas tradicionales del lugar a base de productos locales que son cultivados siguiendo los postulados de la agricultura y ganadería ecológicas, ideal para preservar el sabor de los alimentos, así como para favorecer los biorritmos de la tierra en función de la estación del año. El tiempo parece pararse para favorecer la reflexión existencial de sus conciudadanos y visitantes.

Desde la posición de Slow Schooling, se aboga por impulsar el juego en un entorno favorable a la interacción, lejos de competir. Asimismo, se alienta a los niños a descansar y relajarse para ordenar de forma estable y creativa sus ideas. Ha quedado demostrado que una enseñanza más lenta, basada en aprender a pensar y a establecer conexiones, resulta mucho más positivo y efectivo que devorar información para luego vomitarla en un examen.

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