La "bola" de lavar sin detergente

Haciéndose eco de las ansias de acabar con la tiranía "de frotar", en los últimos años han aparecido en el mercado unas bolas que, según se anuncian, lavan sin detergente, prometen una duración de 3 años (a tenor de un lavado diario) e, incluso, algunas se venden apelando a la sensibilidad medioambiental de los consumidores bajo el epígrafe de "ecológicas". Su precio no es asunto baladí. Cuestan entre 30 y 50 euros, pero sugieren que calculemos cuánto nos vamos a ahorrar en el detergente que consumimos.
Estudio de la OCU
Para probar su eficacia, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó un estudio. Comparó los resultados de la bola más vendida en España, con los obtenidos con un detergente, con el mismo programa de lavado y la misma lavadora. La conclusión es rotunda: los resultados que da la "bola" son muy similares a los que se obtendrían lavando sólo con agua.
La OCU iba más allá. Alertaba de que si la bola, se abre durante un lavado podría causar una avería en la lavadora. Por eso, concluía que, para ahorrar dinero y reducir los residuos medioambientales, lo mejor es echar menos detergente del que anuncian los fabricantes. Según esta asociación, hay que ir reduciendo la dosis de detergente hasta dar con la medida que proporcione unos buenos resultados.
Hablan los químicos
¿Es posible lavar sin detergente? El profesor de Química de la Universidad de Navarra (UN), José Ramón Isasi Allica, responde afirmativamente. " Se puede lavar sólo con agua. O bien, el detergente se puede sustituir por otras sustancias con capacidad para lavar la ropa. Todo depende del origen de la mancha".
El químico ha consultado los datos que recogen varias patentes de distintas bolas. "Básicamente se sustituye el detergente por perboratos o percarbonatos, que obviamente no son detergente, pero que pueden sustituirlo en muchos casos. El resto de componentes de las bolas que he mirado sus patentes son similares a lo s que se añaden en el típico detergente líquido o en polvo".
El químico recuerda que el perborato es un producto que cualquier persona puede adquirir en las tiendas (750 gramos cuestan poco más de un euro). "Hay gente que añade perborato al detergente para lavar la ropa blanca en agua un poco caliente, porque en agua fría no se descompone y no actúa".
Isasi señala que, por el propio tamaño de las bolas, éstas no contienen gran cantidad de producto. "A demás, se supone que están diseñadas para que el producto se libere a lo largo de muchos lavados. En principio, no es cantidad para durar tres años a razón de un lavado diario. Otra cosa es que funcione tres meses y al cuarto, es fruto de la imaginación". El químico opina que el detergente convencional es más eficaz para eliminar las manchas difíciles.
El astrofísico Javier Armentia aconseja desconfiar de aquellas bolas que anuncian que actúan con rayos infrarrojos, que digan que crean campos magnéticos, o que cambian la composición del agua. "Directamente, son mentiras. Algunos van más allá y dicen que hay que recargarlas poniéndolas al sol. Si la gente mete un cubo de Rubick en la lavadora tendrá el mismo resultado. Es un poco exagerado, pero la gente no hace esas pruebas. La base del lavado no es el jabón si no el agua y, sobre todo, mucha mano, como nuestras abuelas. Lo mejor, si se quiere ser ecológico, es echar menos detergente a la lavadora porque los fabricantes se curan en salud y ponen dosis más altas de las que realmente se necesitan para lavar".
Para Armentia, cada cierto tiempo asistimos a la aparición de productos que se anuncian casi como milagrosos. "Recuerdo las fundas de bolas para conducir o los imanes para el grifo del agua". El astrofísico sostiene que la gente que compra uno de estos producto "no reconoce nunca que no funcionan". "Al revés, insistirán en que a ellos les va de maravilla".
El catedrático de Ingeniería Química de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Antonio Gil Bravo, afirma que es más eficaz quitar unas manchas con el detergente de toda la vida.
"Algunas bolas llevan en su interior, porque he abierto una, zeolitas, que tienen el aspecto de pequeñas cerámicas. Las zeolitas tienen unos canales pequeñísimos que sirven para atrapar la suciedad. Por tanto, entiendo que después de un lavado habrá que lavar la bola con agua caliente para eliminar la suciedad retenida", apunta Gil.
El químico coincide con su colega en cuestionar que la acción de las bolas sea de tres años. "No llevan tanto contenido", afirma.