Ayuna de juzgar a otros; descubre la divinidad que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento; llénate de gratitud.
Ayuna de enojos; llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza.
Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en la existencia.
Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de oración y meditación.
Ayuna de amargura; llénate de perdón.
Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en compatir amor.
Ayuna de desaliento; llénate de entusiasmo..
Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de verdades eternas.
Ayuna de todo lo que te separe de tu verdadera naturaleza; llénate de todo lo que a ella te acerque.
0 comentarios:
Publicar un comentario